Una persona quiere escribir y se sienta a esperar un tema; es muy probable que fracase en encontrarlo. Otra persona tiene el tema, la idea llega con lucidez brutal; seguramente no tiene papel ni pluma con que desarrollarse. Esta persona no puede más que intentar traer consigo, siempre, lo necesario para escribir. Quizá de esa manera pueda rescatarse a partir del momento no propicio. El primero, quien contaba con las herramientas y se abandonó por la aparente falta de sustancia, encontró una salida demasiado vulgar.
Pensaba sobre las oportunidades, recordaba una cita que hablaba sobre los días en cuanto a que no existe uno, ya sea de hospital o cárcel, que no esconda al trasluz una variedad de sorpresas. -Apenas comenzaba el día, con sus problemas, pero era un día nuevo y algo escondía-. Aquel que se cansa de vivir guarda semejanzas con ese otro que no tiene nada que escribir. La decisión de crear vida ya sea con actos o palabras debe ser permanente, como el cambio, como nosotros mismos en una libreta.
Creación de contenidos inteligentes, responsables y coherentes. Representaciones únicas del mundo a través de los sentidos. Uso de la palabra como estandarte. http://www.formasparticulares.com
Milorad Pavić
Architecture changes our way of life. A literary work if we consider it as a house, can change our way of life. A novel can be a home as well. At least for a while.
XVII
Aquel que cuenta crónicas fantásticas, no siempre significa que tenga esa vida maravillosa y que tenga otra forma de percibir. Simplemente las vive al momento en que las escribe. Escribir es buscarnos los espacios en los cuales pretendemos habitar, crear mundos y emular sensaciones. La escritura, al igual que la vida, es cuestión de experimentar, incluso el dolor más intenso para poder entender la alegría que quizá buscamos todos, esa totalidad de emociones que realmente somos y contradice cualquier rutina. Podemos habitar nuestra escritura, podemos convertirla en simulacro. La fantasía y la ficción son tan reales como nosotros mismos, está en nosotros su creación e inspiración, está en nuestra experiencia escribirla y en nuestra imaginación recordarla.
Revertir
Conflicto de personalidades, las diferentes formas de ver lo mismo, de presentarse, de ser una consecuencia. De inmediato descubres cuando alguien está creado en relación a su entorno, cuando es una construcción artificial. El elemento gris. El que se adapta a lo que una estructura manda. El otro lado está en ser causa, en que tus características y personalidad aporten.
XVI
Una historia sólo pertenece a la realidad en cuanto es contada, cuando está escrita; puede tener una influencia en el lector y siempre repercute en el creador. Pero los hechos allí contados no son reales, son simplemente una manera de mirar las cosas tal y como son.
Aldous Huxley
Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias, estamos solos... Las sensaciones, los sentimientos, las intuiciones, imaginaciones y fantasías son siempre cosas privadas y, salvo por medio de símbolos y de segunda mano, incomunicables. Podemos formar un fondo común de información sobre experiencias, pero no de las experiencias mismas... Cada grupo humano es una sociedad de universos islas.
La mayoría de los universos islas tienen las suficientes semejanzas entre sí para permitir la comprensión por inferencia y hasta la empatía o "dentro del sentimiento". Así recordando nuestras propias aflicciones y humillaciones, podemos condolernos de otros en análogas circunstancias.
La mayoría de los universos islas tienen las suficientes semejanzas entre sí para permitir la comprensión por inferencia y hasta la empatía o "dentro del sentimiento". Así recordando nuestras propias aflicciones y humillaciones, podemos condolernos de otros en análogas circunstancias.
En busca de Oz
¿Qué es en verdad el reconocimiento y por qué lo buscamos constantemente? De inicio se me ocurre que es una forma de enfrentar nuestras dudas y temores, de convencernos por nuestras acciones como si el hecho de haberlas decidido no fuera suficiente. Sabemos lo bien que se siente esa palmada en el hombro pero no sabemos por qué. Reconocer, por definición, está ligado a enterarse de una identidad, distinguir, que equivale a crear diferencias, lo que en un orden lógico me lleva a pensar que buscamos reconocimiento por no sentirnos iguales al otro, por ser superiores. De semejante manera, es tener de vuelta el conocimiento, involucra cuando menos una segunda vez que pedimos como confirmación o simplemente para saber que también está en otro, no bastándonos como islas buscamos el eslabón que nos incorpore. Nos reflejamos continuamente en el otro, nos reconocemos en él, en sus acciones y en sus palabras.
El reconocimiento se entrega con gratitud, sólo de esa manera es válido. Se recibe con humildad, sólo de esa manera puede entenderse. Desafortunadamente hemos perdido el camino y ahora practicamente exigimos el reconocimiento, el cual llega sin sentido de gratitud, sin humildad, sin cadena de conocimiento. Lo buscamos tanto como a nosotros mismos, en su estado más puro nos fortalece, cuando no es una medalla, sino satisfacción. En este sentido, el otro puede generar envidia o injusticia, nos aparta de los sentimientos que buscamos para crecer, y cuando alguien más recibe lo que pensamos merecer, debemos pensar en esas diferencias que nos distinguen, pues todos pedimos manifestaciones particulares, pero en esa lucha por el reconocimiento por parte de otro, deseamos el reconocimiento del otro.
De eso trata El Mago de Oz, del león que busca la medalla o el espantapájaros el diploma. Pero así como unos necesitan pruebas materiales, otros quieren la satisfacción. Ese otro pudo haber recibido aquello que te pertenece, que es propiedad común, quizá la medalla, tú, yo, nos quedamos con el más grande regalo, la satisfacción de vernos en gratitud, de saber que ese reconocimiento nos llega con una sonrisa, un cosquilleo personal que no nos pueden quitar, que nos mostró el camino a nosotros mismos.
El reconocimiento se entrega con gratitud, sólo de esa manera es válido. Se recibe con humildad, sólo de esa manera puede entenderse. Desafortunadamente hemos perdido el camino y ahora practicamente exigimos el reconocimiento, el cual llega sin sentido de gratitud, sin humildad, sin cadena de conocimiento. Lo buscamos tanto como a nosotros mismos, en su estado más puro nos fortalece, cuando no es una medalla, sino satisfacción. En este sentido, el otro puede generar envidia o injusticia, nos aparta de los sentimientos que buscamos para crecer, y cuando alguien más recibe lo que pensamos merecer, debemos pensar en esas diferencias que nos distinguen, pues todos pedimos manifestaciones particulares, pero en esa lucha por el reconocimiento por parte de otro, deseamos el reconocimiento del otro.
De eso trata El Mago de Oz, del león que busca la medalla o el espantapájaros el diploma. Pero así como unos necesitan pruebas materiales, otros quieren la satisfacción. Ese otro pudo haber recibido aquello que te pertenece, que es propiedad común, quizá la medalla, tú, yo, nos quedamos con el más grande regalo, la satisfacción de vernos en gratitud, de saber que ese reconocimiento nos llega con una sonrisa, un cosquilleo personal que no nos pueden quitar, que nos mostró el camino a nosotros mismos.
XV
Siguiendo el pensamiento libre. Tatuaje del recorrido mental, de los procesos. Gran generador; sin pausas, la obligación de escribir arruina que cohibas ideas o expresiones, forza la producción. Me gusta este ejercicio, obligándome a repetir. Propuestas, influencias constantes que se traducen en palabras. Jaulas. Saltos sin aparente orden, así trabaja la mente, por qué no la literatura. Ejercicios de concentración y distracción. Puede ser que falle la pluma, pero no deja expresiones cortadas. A medias jamás, quizá tengan un final valeroso, cayendo durante la batalla, abandonando una vida por delante, o aun la historia por contar. Quizá terminen este capítulo de su vida y cierren, para siempre, la que ya tuvo su fin. ¿Pasará el resto de su vida recordando su pasado, pensando en él con añoranza?, o continuará luchando en otras batallas, olvidando la gloria del momento o engrandeciendo su nombre. Cada frase con camino, con vida, con desenlace, heroica que busca trascender hasta el papel, encontrarse en significado a pesar de nuestras reservas. Independiente. Descanso, tal vez necesite descanso: la mente, la mano, o el verdugo.
El hombre
Se convirtió en una sombra. Una sombra de crepúsculo, invisible, imposible. Una sombra que separa el día de la noche, la luz de la oscuridad. Pero también una sombra de medio día, existente sólo bajo sus propios pasos, una sombra perfectamente bien cobijada, una sombra que defraudaría a Conrad; inalcanzable, incruzable, indeterminada. Fue una sombra larga, inmensa, la gran sombra y también su ausencia, la sombra de todos los tiempos, la sombra sin tiempo. Se convirtió en una sombra y habitó el mundo, escondido, refugiado y siempre presente, necesario. Se convirtió en la sombra de Dios.
XIV
Hablar sobre escribir, escribir como pensar, como sentir. Escribir por placer. Simplemente escribir y recorrer nuestras ideas en un viaje personal, sostenido e inexplicable. Haciendo de este gusto momentos de atención memorables, concentrándome en el instante. Evitando distracciones, descubriendo algo. En estos momentos hay varias cosas que me ocupan, la primera de ellas, por su tranquilidad, por su crecimiento, ella, escribir sobre ella, sin limitarla, sin reducirla, los mundos son distintos, la realidad, el papel, la realidad del papel. Diferenciar los planos y ponerlos a trabajar en conjunto, escribir para definir la realidad, para darle totalidad. Escritura como parte fundamental, como herramienta, como oportunidad.
Preguntas absurdas
Constantemente nos hacemos una gran serie de preguntas absurdas, preguntas como ¿qué quiero hacer?, ¿cómo me deseo sentir?, ¿cómo me gustaría vivir? Imaginamos la ligereza, la planeamos y pensamos en lugar de vivir ligeros; escribimos sobre futuras obras sin hacer razón de que ya estamos creando; enlistamos pendientes en lugar de hacerlos. Quizá lo que buscamos en esta vida son objetivos y metas que cumplir; lo único que cuenta son los fines que reflejan nuestra intención y anhelo, los fundamentos de nuestra esencia. También puede ser que ésta sea la forma de entender la realidad que nos han enseñado e impuesto en busca de justificaciones sociales y personales. Las intenciones no son más que palabra muerta hasta el instante del movimiento. Cualquier objetivo sin realizar es una frustración, un pendiente, un renglón en una lista de infelicidad, de ausencia y lamento personal, de martirio que sostenga nuestra holgazanería.
Una nueva categoría
Una nueva categoría. No por dejar de escribir acerca de los temas que se incluyen en tu catálogo dejas de escribir, no por dejar de sentir aquello que te estremece dejas de vivir. La ausencia, el silencio, no significan que dejes de estar ahí. Durante algún tiempo abandoné el relato y el ensayo tradicional y la reflexión en temas de escritura y la poesía y la crónica y tantas otras cosas que ya he escrito antes; vacío me arropé en tristeza por pensar que no tenía más que decir, más que escribir, pero cuadernos y notas y post-its me demuestran lo profundo de mi error. No he dejado de crear, de creer, nunca, pero no lo he podido o querido catalogar, no lo he buscado encasillar en otras tantas etiquetas que yo he creado para limitar mi trabajo, no para ordenarlo, para limitarlo. Es momento de crear una nueva categoría, enmarcada bajo su novedad, una novedad paradójica pues está dispuesta a recibir muchas cosas del pasado, muchas páginas anteriores que reclaman su antigüedad y actualidad con un nombre, que buscan unir tiempos para demostrarse a sí mismas, que siempre serán nuevas pues no dejarán de pertenecer a su instante, al constante que las rige.
XIII
Trabajar un texto por molde. Escribir y definir. Contraer la filosofía en un enunciado base, en un cimiento de creaciones; un concepto columna que sostenga la obra. Nociones y no patrones. Encontrar las piezas importantes y buscar la mejor forma de justificar su presencia. Ante la falta de ideas o supuesta inspiración hay que renunciar a la idea romántica de la escritura; cada escrito debe trabajarse con la responsabilidad de un obrero. La arquitectura que lleva a la escritura necesita esfuerzo y resignación a la copia, al esquema que muchos, al igual que yo, utilizan. No vamos a innovar, la ignorancia no elimina la existencia. Lo original cambia la arquitectura pero mantiene las historias, encontrar al mejor representante para cada pieza de nuestro escrito. Saber hilar, dar coherencia y evitar lagunas; he ahí el talento. Abandonemos el romanticismo.
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