XIII

Trabajar un texto por molde. Escribir y definir. Contraer la filosofía en un enunciado base, en un cimiento de creaciones; un concepto columna que sostenga la obra. Nociones y no patrones. Encontrar las piezas importantes y buscar la mejor forma de justificar su presencia. Ante la falta de ideas o supuesta inspiración hay que renunciar a la idea romántica de la escritura; cada escrito debe trabajarse con la responsabilidad de un obrero. La arquitectura que lleva a la escritura necesita esfuerzo y resignación a la copia, al esquema que muchos, al igual que yo, utilizan. No vamos a innovar, la ignorancia no elimina la existencia. Lo original cambia la arquitectura pero mantiene las historias, encontrar al mejor representante para cada pieza de nuestro escrito. Saber hilar, dar coherencia y evitar lagunas; he ahí el talento. Abandonemos el romanticismo.

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